¿Has visto a este perro? Cada año, miles de personas reportan avistamientos de esta criatura en memes del Internet, videojuegos y en sueños. Si googleas “perrito meme”, dos palabras tan primordiales (!), puedes invocarlo en tu pantalla. ¿Pero quién es realmente este perro y por qué estamos (estoy) tan obsesionados (obsesionado) con él?
Ya había visto esa mirada atónita en memes a lo largo de los años, pero la primera vez que vi la foto completa, algo cambió en mi química cerebral para siempre. No solo esa silla al fondo susurraba “tercer mundo”, sino que el cerro a lo lejos gritaba “Tercer Mundo, Nuevo León”. Crecí en ese infierno y lo reconocería donde fuera. Evidentemente, un perro así de curseado solo pudo emerger en esa colección de tierra yerma abandonada por Dios a la que nos atrevemos a llamar Nuevo León. Ese perro y yo, me di cuenta, somos prácticamente hermanos.
Sus trágicos orígenes están envueltos en intriga y misterio (la segunda página de Google). El nombre original del perro es Caín y fue publicado junto con su hermano Abel en un grupo de adopciones en Facebook.
Luego, el 13 de enero de 2021, una infancia roedora (género neutro para niño rata) cambió el panorama del Internet para siempre al crear una página de memes curifeos en Facebook llamada simplemente “Perro” (!!).
¿Qué es un “meme curifeo”?, te estarás preguntando si eres una persona de bien. No temas. Mi trabajo aquí es recorrer descalzo los rincones más enlodados del Internet y cartografiarlo para ti, ¡toma mi mano si quieres vivir! Un meme curifeo es un tipo de shitpost heredero de la tradición memera de los seguidores de la grasa. Básicamente es shitpost que… ¿Tampoco sabes qué es shitpost? Híjole. Me sorprende que pudieras abrir el link para leer esto.
El shitpost es un tipo de humor absurdo o que se apoya en una sucesión de referencias muy específicas. Los memes de calacas,imágenes random con texto sin sentido, memes horribles de Shrek o el infame y nefasto tralalero tralala son algunos ejemplos de shitpost.
Es contenido mal hecho a propósito, y es así porque la comunicación en redes sociales está ceñida por las normas comunitarias establecidas por sociópatas de Silicon Valley. El humor tiene que tomar formas cada vez más extrañas y autorreferenciales para volverse indigerible para el algoritmo. Cada paso en dirección al shitpost es un paso que te aleja de las fotos de tus compañeros de la primaria, ¿sacas? Es lo más cercano a un acto de rebeldía que podemos conjurar en un espacio tan sanitizado como las redes sociales. El objetivo es hacer el aire irrespirable para las marcas y los normies.
Me pude haber ahorrado los últimos tres párrafos diciendo simplemente que ese perro de re-mierda se enmarca en un contexto de memes absurdos, pero no hubiera sido lo mismo, ¿no? Retomemos.
Nos quedamos en que una infancia roedora había creado una página en Facebook llamada perro curifeo. El wey de la página estaba tan obsesionado con ese perro como yo lo estoy ahora y empezó una metralla de memes que rápidamente se extendió por el resto de Internet.
Este güey fue nuestro Prometeo y se encargó de esparcir el fuego sagrado en nombre del perro, del hijo y del espíritu santo. Pronto, la semilla fue pegando. Así empezó la larga carrera de este compa, que acumula nombres con la misma pasión con la que tú acumulas migajas de afecto. Cada nombre es consecuencia de un memazo que lo tuvo como protagonista. Lo llaman Jotchua, Perro Esquizo, Perro Sexo y Perro Dinero, por nombrar algunos. En Roblox, la gente lo conoce con el siniestro nombre de “El perro que mira” (!!!), que suena completamente como el nombre de una deidad adorada por adolescentes de la antigua Mesopotamia.
Mis dos memes favoritos son estos de abajo, simplemente me llegan. Ambos son photoshopazos del perro que mira encima de obras de David Dees, un artista que genuinamente creía que el 5G nos iba a comer el cerebro.
Otro de mis favoritos es este donde sale otro perro abrazándolo, pero ese no es cualquier otro perro, sino que es el perro que ríe. El perro que ríe era un emoji con el que estaba obsesionado cuando era adolescente y que usaba en MSN con mi amiga Carolina, a quien más le vale estar leyendo esto. El mejor crossover de nuestra era, tal vez solo rebasado por los que hubo en Avengers Endgame (la cúspide del cine).
¡Es el mismo perro, les digo! Vean el color de sus patas, les juro que no estoy loco. O igual y sí, pero se siente como un respiro de las dinámicas acartonadas a las que nos tienen sometidos los algoritmos de las redes sociales. Prefiero mil veces ver la jeta de este perro feo en otro meme que tener que chutarme una ilustración más estilo Ghibli hecha en IA. Abracemos juntos el shitpost y hagamos del Internet un lugar extraño de nuevo.
Y hablando de no saberle al shitpost
Híjole. José López Portillo debe estar revolcándose en su tumba (Jolopo, pa’ los cuates). El PRI ha estado subiendo memes a sus redes sociales y es evidente que no le saben, y que entre sus filas hace mucho que dejaron de estar las mentes más siniestras del país. Vean nomás esta barbaridad.
Y no es que el shitpost no pueda ser usado en la política, al contrario, sirve bastante bien para bajar el nivel de la discusión y meter ruido ensordecedor. La derecha gringa es buenísima en esto, por ejemplo. Pero esto no va por ahí. Peor aún, aquí no hay arte. Esto no me habla como memero y no siento que le provoque nada al priista que todos llevamos dentro, a diferencia de todas las emociones que despierta en mí cometer daño al erario, por ejemplo 🫦.
La palabra del día es “deepfake”
Esta semana, la influencer regiomontana Alana Flores denunció haber sido víctima de un deepfake pornográfico. Un deepfake es (anoten porque va a venir en el examen) una foto o video creado o modificado con inteligencia artificial. Uno de sus usos más frecuentes es hacer pornografía de gente famosa. De hecho, un estudio de 2019 que encontré en Wikipedia mi amor decía que el 96% de los deepfakes son porno, y de esos, una cuarta parte son estrellas de K-Pop.
Curiosamente, esta misma semana dictaron una sentencia de cinco años de cárcel a un estudiante del Instituto Politécnico Nacional denunciado por crear imágenes de este tipo. Aunque, siendo precisos, lo absolvieron de ese delito hace cinco meses y el delito de la sentencia es más bien porque algunas de esas imágenes involucraban menores de edad. Igual todavía le faltan seis carpetas de investigación por violencia digital, así que aun está por verse cómo caerá el dado de 20 caras que es la justicia en México.

Desde Substack, con amor
Gracias a Max Pacheco una vez más por ayudarme con la edición y así apadrinar a este treintón en situación de comedia.
Disfruté mucho escribir sobre el perro que mira. Lo que no disfruté fue cortar una sección completa tirándole mierda a Google porque no sé cuándo dejar de escribir, pero supongo que ya lo sacaré la próxima semana.
Esta semana fue la prueba de fuego. El newsletter cumple un mes (sin contar el único post que lancé hace tres años jejjee). Y si puedo escribir en medio de la demacración, la autoexplotación y el colapso que fue la vida esta semana por culpa del trabajo, puedo escribir donde sea. Júntenme dos sillas en medio de una fiesta y me pongo a escribir ahí mero. O igual y me duermo, pero es mi firme propósito traerles algo nuevo sobre el Internet cada semana. Sé que algunos de ustedes se hicieron una cuenta de Substack nomás para leerme (y porque no supieron suscribirse sin registrarse jajja), y en serio lo valoro muchísimo. Quiero que sepan que los considero mis amigos personales por leerme y les dedico el video de arriba.
INFANCIA ROEDORA 🤣😭